jueves, 19 de noviembre de 2015

El espejo y la sabiduría.

Si alguno de ustedes requiere sabiduría pídasela a Dios; y Él se la dará pues Dios se le dará a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche" Santiago 1:5.


 La sabiduría es nuestra fiel consejera, no prevalece en ella nuestro egoísta interés particular, no vela solo por lo que a mí humanidad le interesa, pero pedirla y dudar de ella es como cuando nos vemos en un espejo, nos arreglamos, pero al irnos, la imagen, el reflejo queda plasmado en el vidrio no nos acompaña a todo sitio, es similar a esto, pedimos sabiduría en Dios, tomamos la decisión a la luz de la Palabra y luego vamos y hacemos nuestra voluntad! Entonces no practicamos el vivir sometidos a la palabra revelada de Dios, pidámosle al Padre el discernimiento para ejercitarnos en la Palabra diaria! Y luchemos por ser hacedores y no solamente oidores engañándonos    a nosotros mismos! Esto es como aquel que escucha el consejo, lo guarda en su corazón, lo pone por obra y lo acompaña a todo sitio, si es difícil para nosotros, les pido por favor acostumbren llevar un espejo en su bolso, o los hombres acostumbren mirarse en un espejo de vez en cuando, ese espejo es la sabiduría, reflejemonos en ella y actuemos acorde a lo enseñado si solo nos miramos en el espejo una vez al día (o en dado caso nunca lo hacemos) no podremos corregir aquellas ¨¨cositas¨¨que estén imperfectas en nuestro atuendo, físico y espiritual, no digamos ¨¨Señor dime cual es tu voluntad¨¨ y luego vayamos a hacer lo contrario, eso no es de sabios.   

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